El Gobierno evalúa un bono atado al nivel de exportaciones para tentar a los acreedores. El viernes termina el plazo de negociación y podría extenderse.
Alberto Fernández dijo que hay bonistas que “tiran de la cuerda más de lo debido”.
El Gobierno avanza para presentar una nueva oferta a los bonistas e intentar así cerrar definitivamente el canje de deuda. Este martes el presidente Alberto Fernández advirtió que los acreedores que “tiran de la cuerda más de lo debido”.
El Poder Ejecutivo tiene tiempo hasta este viernes para llegar a un acuerdo. De lo contrario, tendrá que hacer uso nuevamente de su potestad para extender el plazo de negociación con los fondos de inversión.
Según trascendió, en las últimas horas el Ministerio de Economía firmó con los principales comités de acreedores acuerdos de confidencialidad, un paso formal para retomar la negociación. Así, los bonistas están obligados a dejar de operar los títulos de deuda incluidos en la reestructuración.
Alberto Fernández adelantó que habrá una tercera oferta en los próximos días. “Nosotros hicimos una oferta de buena fe y los acreedores la rechazaron, dijeron que era muy baja, nos explicaron los motivos y nosotros reconsideramos nuestra oferta y vamos a hacer una nueva contraoferta tratando de acercarnos”, dijo el jefe de Estado.
Según publicó la agencia de noticias Bloomberg, una de las ideas que baraja el Gobierno para mejorar la propuesta de pago y hacerla más tentadora para los acreedores es incluir un bono que ajusta por el nivel de exportaciones del país. De esa forma, a mayor crecimiento de las ventas externas, mayor flujo de pagos a los bonistas.
Así, el Gobierno conseguiría ofrecer un “endulzante” en la negociación, como en 2005 fueron los cupones atados al PBI que emitió el entonces ministro Roberto Lavagna. Años después, esos cupones terminaron siendo judicializados en Nueva York por la intervención del Indec durante el mandato kirchnerista.
La última oferta del gobierno fue comenzar a pagar en 2022 -cuando inicialmente era en 2023-, y reducir la quita en intereses, entre otras cuestiones. En el mercado valuaban esa oferta más cerca de 47 centavos por dólar, mientras que la propuesta de los acreedores rondaría los 55 centavos por dólar.
Las estimaciones de los analistas son que la nueva versión de la oferta que presentará el Gobierno no superará los 50 centavos por dólar, en línea con lo que recomendó el Fondo Monetario Internacional en un informe técnico reciente.
Alberto Fernández insistió este martes con que “ha habido en el mundo muchas declaraciones que le advirtieron a los acreedores que están tirando de la cuerda más de lo debido” y expresó su confianza de que se pueda “llegar a un acuerdo”.
En ese marco, el Presidente insistió en que no negociará un entendimiento que “sea un problema futuro para la Argentina” ni tampoco cerrará un acuerdo “que ponga en riesgo la vida de los argentinos”. “Lo que necesito es que la Argentina tenga una deuda que sea sostenible en el tiempo y que sea sustentable, y que el que me siga pueda cumplirla”, insistió.