Así lo determinó un estudio realizado por el Centro de Opinión Pública y Estudios Sociales (Copes) y el Observatorio de Economía Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.
Un 87,2% de las personas se manifestó de acuerdo con las decisiones en materia económica tomadas por el presidente Alberto Fernández acerca de la pandemia y el 54,4% se pronunció a favor de la creación de un impuesto a las grandes fortunas, de acuerdo a los resultados de un sondeo realizado por el Centro de Opinión Pública y Estudios Sociales (Copes) y el Observatorio de Economía Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.
“Aparece este fenómeno nuevo, muchos empleos corren riesgo y la grieta se deja de lado; hay un consenso sobre que el Estado tiene que actuar de bombero de la economía y del empleo; sólo se puede comparar con el consenso inicial de (el ex presidente Raúl) Alfonsín”, dijo en diálogo con Télam el director del Copes, Carlos De Angelis.
La encuesta sobre pandemia y economía reflejó que casi 9 de cada 10 consultados (87,2%) manifiesta acuerdo con las decisiones tomadas por el presidente Alberto Fernández acerca de la pandemia (un 60% muy de acuerdo y un 26% de acuerdo).
Particularmente entre los jóvenes, un 80% se expresó como “muy de acuerdo”.
Asimismo, alrededor de 85% considera que el Estado debe sostener a las empresas pagando sueldos aún a costa del aumento del déficit fiscal y casi la mitad de los encuestados (44,2%) sostiene un apoyo pleno, mientras que una porción considerable (39,3%) evalúa que la medida debería aplicarse revisando cada caso (lo cual supone cierto “apoyo condicionado” a la medida).
En tanto, la encuesta arrojó que siete de cada diez personas afirmaron que sus ingresos o los de su hogar se vieron reducidos en el período de vigencia del aislamiento social obligatorio y un 62,4% ha dejado de comprar algunos alimentos por falta de dinero.
“Se aprecia una correlación clara: el 64,4% de quienes vieron reducidos sus ingresos, dejaron de comprar algunos alimentos”, remarcó el estudio.
Al respecto, el director del Observatorio de Economía Política (OEP), Ricardo Aronskind, dijo a Télam que “el IFE es un peso enorme sobre las finanzas del Estado y al mismo tiempo no se si es suficiente para tranquilizar a la gente, se pueden dar situaciones donde la gente entendiendo la política publica sin embargo no pueda aguantar una catarata de privaciones o problemas económicos. En parte ahí está el motivo de haber pasado de la fase 3 a la 4”.
Por otra parte, el 54,4% de la personas consultadas se manifestó de acuerdo con el impuesto a las grandes fortunas; un 16,7% sostiene que no debe castigarse a quienes supieron ganarse el dinero; un 6,6% afirma que primero deberían bajarse el sueldo los políticos; y un 16,2% no escuchó hablar del proyecto.
De Angelis observó que “en el medio de ese proyecto de ley hay tensiones porque estas grandes fortunas operan en los medios, a veces para que las cosas no se difundan, que no haya una discusión abierta”.
“Alberto mismo va muy despacio con ese tema porque no es la épica que pudo tener Cristina en algún momento. La lógica de Fernández es necesitamos la ayuda, la solidaridad, la colaboración”, señaló.
Al analizar el apoyo al impuesto a las grandes fortunas según el voto en 2019, se observa que tanto entre los votantes de Mauricio Macri como entre los de Alberto Fernández, el acuerdo con la propuesta es mayoritaria. Alcanza 71,9% entre quienes optaron por Fernández y 52,3% entre quienes votaron a Macri.
Aronskind consideró que “en un contexto en que los grandes medios están alineados con el poder económico, es bastante auspicioso que 54% estén a favor. Yo creo que si se explicara con claridad el sentido del proyecto, habría una proporción más alta de gente que estaría de acuerdo”.
Afirmó que “hay una presión ideológica, cultural; una cosa es un principio general pero cuando hay que plasmarlo en conflictividad con un sector poderoso hay menos gente que está dispuesto a asumirlo”.
“Este impuesto es muy moderado, por única vez, 1% fortunas grandes, en otros países se habla en términos mucho más amplios. Todo lo que haga el kirchnerismo va a ser tomado como extremista aún cuando Macron o Angela Merkel estén pensando en hacerlo”, concluyó.