En febrero le disparó dos veces a otro hombre en un robo, pero como tenía quince años era inimputable.
Uno de los detenidos por el crimen del gendarme ya había baleado a un comerciante.
El adolescente de 16 años señalado como uno de los presuntos asesinos de un jefe de gendarme en Zárate ya había sido detenido en febrero, en una causa por robo y tentativa de homicidio en otro asalto donde un comerciante fue golpeado y baleado.
En aquel momento el imputado tenía 15 años, por lo que era inimputable, razón por la cual recuperó la libertad.
Aquel delito fue el 13 de febrero a la mañana, en el pasaje Uruguay y Pacheco, donde un grupo de delincuentes asaltó a un hombre que iba a su trabajo.
Si bien la víctima, Guillermo Murillo, les entregó una riñonera y otras pertenencias, los delincuentes lo golpearon y tras un forcejeo uno de los asaltantes le efectuó una serie de disparos: uno le dio en una pierna y el otro lo rozó en una ceja.
La causa fue investigada por la fiscal Andrea Palacios, la misma titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de Zárate que ahora tiene a cargo el expediente por el homicidio del comandante de Gendarmería Marcos Antonio Castillo.
Por la tentativa de homicidio de Murillo se realizaron varios allanamientos con detenciones, y uno de los apresados fue el adolescente de 16 años que esta madrugada quedó preso por el crimen del gendarme.
Según la investigación de la fiscal, el adolescente había sido el autor de los disparos, pero como era menor lo puso a disposición del Fuero Penal Juvenil.