Un exingeniero de la empresa revela que en 2005 colaboró con el Departamento de Energía de aquel país para modificar dispositivos y registrar datos en forma secreta.
El iPod modificado contaba con un contador Geiger en su interior, capaz de registrar radioactividad.
Esta semana Apple es eje de una nueva historia que vincula a la empresa con prácticas de espionaje. Pero hay ciertos detalles importantes: aquello ocurrió hace 15 años y casi nadie, incluso dentro de aquella compañía, está al tanto de los hechos.
David Shayer, un exingeniero de la firma californiana, revela en un artículo publicado en TidBits que en 2005 Apple colaboró con el Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE) para crear un iPod espía. El reproductor de música en cuestión, por aquel entonces uno de los productos estrella en el catálogo del fabricante, disponía de componentes para registrar y almacenar datos secretamente.
El exempleado de Apple, que trabajó en la empresa durante más de 18 años, cuenta que los hechos ocurrieron un “día gris a finales del año 2005” cuando el director de software de la división encargada del desarrollo del iPod le asignó un proyecto de carácter confidencial. Para esa labor debía colaborar con dos ingenieros subcontratados por el DOE, el gabinete del gobierno de Estados Unidos responsable de la política energética y la seguridad nuclear.
¿La misión? Diseñar un iPod que luciera como un modelo común y corriente, pero que fuera capaz de grabar ciertos datos y movimientos en forma discreta. De acuerdo al exApple, solamente cuatro personas en la firma estaban al tanto de este trabajo especial, y en los libros de la empresa nunca se registró esta labor.
“Estaba sentado en mi escritorio, escribiendo código para el iPod del año siguiente. Sin llamar, el director de iPod, el jefe de mi jefe, entró abruptamente y cerró la puerta detrás de él. Fue al grano. ‘Tengo una tarea especial para ti. Tu jefe no lo sabe. Ayudarás a dos ingenieros del Departamento de Energía a construir un iPod especial. Sólo deberán informarme a mí”, cuenta Shayer en un artículo escrito en primera persona, cuya lectura es realmente jugosa y detallada.
El trabajo no fue sencillo debido a las características de software del reproductor de quinta generación, que estaba basado en una plataforma que Apple había comprado a otra compañía.
En su relato, el exingeniero devela que guió en el proceso a los ingenieros, llamados Paul y Matthew. “Me encantaría decir que llevaban gafas oscuras y gabardinas y que miraban los reflejos de las ventanas para asegurarse de que no los seguían, pero eran ingenieros de 30 y tantos años, perfectamente normales”, nota.
Según dice, Apple no entregó ningún hardware adicional o personalizado para crear el iPod espía. El dispositivo contaba con una partición oculta que no permitía a los usuarios encontrar los datos grabados al conectar el reproductor de música a una computadora.
¿Para qué se usó posteriormente aquel iPod especial? Shayer reconoce que no lo sabe con certeza, pero que podría haber sido utilizado por trabajadores del DOE para registrar niveles de radioactividad discretamente, considerando que en el interior del dispositivo habían incluido un contador Geiger, útil para ese fin.
“Supongo que Paul y Matthew estaban construyendo algo así como un contador Geiger sigiloso. Algo que los agentes del DOE podrían usar sin ocultarlo furtivamente. Un dispositivo que parecía inofensivo, que reproducía música y funcionaba exactamente como un iPod normal. Podrías caminar por una ciudad, escuchando tranquilamente tus canciones, mientras registras pruebas de radiactividad (por ejemplo, escaneando uranio robado o de contrabando, o evidencia de un programa de desarrollo de bombas) sin posibilidad de que la prensa o el público se enteren qué estaba ocurriendo”.
¿La conclusión? Dice Shayer que, siendo que el proyecto fue realmente secreto, si alguien le preguntase a Apple sobre la veracidad de este relato ellos simplemente dirán que no hacen comentarios. “Honestamente, ni siquiera Apple tiene registro de un desarrollo de este tipo”, cierra el exingeniero de la compañía estadounidense.