La suspensión de las clases en la Argentina por prevención ante el coronavirus, hace ya un mes, fue el inicio de las clases virtuales. Eso se hizo costumbre. Lo que no era normal fue lo que le pasó a un docente la semana pasada.
Para la clase, Mateo, el estudiante en cuestión, preparó la computadora cerca de su cama, donde se sentó, pero en un momento sus ojos se cerraron. Su cabeza contra la almohada terminó por delatarlo.
El docente, lejos de enojarse, entendió la situación y lo primero que pensó decir fue que era la primera vez que un alumno se quedaba dormido literalmente en la cama en una clase suya.
El presidente Alberto Fernández extendió el “aislamiento social, preventivo y obligatorio” hasta el 26 de abril inclusive y aseguró una y otra vez que no es una prioridad el regreso de los chicos a las escuelas ante el avance del coronavirus en la Argentina.