El Gobierno prorroga la fecha para alcanzar un acuerdo con los bonistas. El nuevo plazo implica 30 días, el acuerdo podría sellarse antes del límite.
Martín Guzmán, ministro de Economía
“Es obvio que hoy no se cierra, se prorrogarán las negociaciones”, señalaron fuentes del Palacio de Hacienda a Ámbito Financiero sobre la agenda de las discusiones. Hoy vencía el plazo establecido para llegar a un acuerdo entre la Argentina y los bonistas, pero se extendieron hasta el 24 de julio. No obstante, podría sellarse un acuerdo antes de esa fecha.
Las negociaciones del país con los acreedores externos atraviesan por un momento de tensión. Tras un acercamiento entre las ofertas iniciales, en el que cedieron posiciones tanto los bonistas como el Gobierno, ahora ambas partes parecen haberse “plantado” en sus últimas propuestas sin que hasta momento se sepa cómo se pueden cerrar estas diferencias. Todo indica que este fin de semana serán intensas las conversaciones.
Según consignó ámbito.com “hasta fines de la semana pasada la opinión predominante en los mercados era que la negociación se encontraba encaminada. Por esta razón es que las negociaciones se prorrogaron sólo una semana (del 12 al 19 de junio). Pero en los últimos días volvieron a presentarse rispideces, de acuerdo con fuentes cercanas a la negociación. Las acusaciones son mutuas: por el lado del Ministerio de Economía, se acusa de desmedidos a los acreedores, y por el lado de los bonistas volvieron las viejas críticas a las dificultades para dialogar con el titular de la cartera, Martín Guzmán”.
Cabe señalar que el titular del Palacio de Hacienda viene ganando espacio dentro del elenco de gobierno, según se dice en medios de la Presidencia. Comentan que la opinión de Guzmán pesa cada vez más en las decisiones del primer mandatario, y no sólo en lo concerniente a la negociación externa.
El presidente Alberto Fernández respaldó la propuesta del ministro Guzmán de no ofrecer más allá de 49,90 dólares por cada lámina de 100 (tomando una tasa de descuento de 10%) y un cupón atado a la evolución de las exportaciones, según se afirma en la Casa Rosada.
En tal sentido, habría tomado en cuenta no sólo las consideraciones de su ministro sino también la opinión del Fondo Monetario Internacional. Los técnicos del FMI señalaron en un paper técnico que el país no estaba en condiciones de ofrecer más de 50 dólares sin comprometer la sustentabilidad en el pago de la deuda externa.
Por su parte, los clubes de fondos que agrupan a los acreedores de la Argentina dieron a conocer comunicados en los que manifiestan que han hecho sacrificios importantes, resignando por encima del 40% del valor de los títulos y que no estaban dispuestos a otorgar más concesiones.
Según consignó ámbito.com: “Insisten en demandar 53 a 55 dólares más un cupón vinculado al crecimiento del Producto Bruto Interno. En algunos casos la diferencia seria mayor: con el grupo más agresivo, Ad Hoc Argentina Bondholder, conformado entre otros por los fondos Black Rock y Ashmond, la distancia llega a 9 dólares, ya que la propuesta argentina alcanzaría, con las últimas mejoras, a 53 dólares, contra 62 que demanda este grupo, según un estudio de la consultora Eco Go”.
Analistas del mercado señalan que existen además otras razones para explicar la dureza de los fondos. Un buen acuerdo para la Argentina establecería un antecedente en contra de los acreedores porque permitiría demandar un mejor tratamiento por parte de otras naciones con dificultades, como son los casos de Líbano o Ecuador.
Ad Hoc dio a conocer el miércoles pasado, un comunicado en el que advierte que “dado el fracaso de las negociaciones de los tenedores de bonos, nuestro Grupo ahora está considerando todos los derechos y recursos disponibles en nuestra capacidad como fiduciarios para los millones de ahorradores que servimos en todo el mundo”.
Pero excluyendo las posiciones más duras, los analistas consideran que las diferencias entre la oferta del país y las demandas de los acreedores “son menores” y que “no debería ser tan difícil llegar a un acuerdo”.
Otros especulan con la posibilidad de acuerdos parciales, considerando que es más difícil – por las condiciones de emisión- alcanzar mayorías para canjear los bonos emitidos durante la gestión de Néstor Kirchner que los lanzados bajo el gobierno de Mauricio Macri.
La nueva prórroga, que se conocería en las próximas horas, responde a la vocación manifiesta del gobierno de no continuar en default y el interés de los acreedores de llegar a un acuerdo (no son fondos buitre, cuyo objetivo es litigar).
El cronograma de vencimientos de la deuda otorga semanas para seguir negociando sin que la Argentina tenga que hacer desembolsos. El próximo vencimiento de bonos (Discount y Par) es el día 30 del mes en curso se adicionan 30 días durante los cuales el país puede pagar sin caer en un nuevo incumplimiento.